Capítulo 10 – Permiso para sentir

Me doy permiso para sentir.
Me doy permiso para sentir todas
y cada una de las emociones que me habitan.

Me doy permiso en esta aventura
de tejer mi sueño de maternidad,
a veces larga, a veces extenuante,
para transitar lugares oscuros de mi ser,
ser voluble, dudar, llorar, temer, sentir enfado, agotamiento, desazón, rabia, celos, resquemor…

Me libero de las expectativas
de cómo debería ser esta experiencia,
de cómo debería yo vivirla,
para vivirla sin más,
para seguir mi camino,
también pasando a través de los miedos,
preocupaciones y lugares de sombra,
pues sé que forman parte de la vida
y no me dejo paralizar por ellos.

Y sin duda, me doy las gracias
por permitirme soñar ser madre
y me comprometo conmigo misma
a tratarme de manera compasiva,
pase lo que pase.